La historia de la Pastelería Florida, inicia en 1936 con el sueño de un joven catalán, de profesión repostero y de nombre José Granés Mont, quien aspira a construir una vida y un futuro lejos de la guerra y los tiempos difíciles que se viven en su país, y unos años más tarde en Europa, con el comienzo de la segunda guerra mundial. Arriba a Bogotá, una pequeña ciudad de 300.000 habitantes que aspira a cambiar su entorno provinciano y colonial por una ciudad más moderna. Y allí, en el Barrio de las Nieves en la carrera 7 No. 20-82 empieza a funcionar la pastelería. Alrededor de 1940, llega otro joven, Eduardo Martínez, quien sueña con un futuro diferente al del campo. Tocó las puertas de la Florida, y allí se quedó hasta su muerte en el año 2002.
Este hombre fue construyendo día a día, junto a su apreciado maestro, innumerables delicias que se convirtieron en un referente para los bogotanos. La bebida de los dioses, nuestro chocolate, se preparaba en el ritual diario de las onces. Con su inconfundible espuma, su aroma, su espesor, que se mezclaba con los aromas del pan, la mantequilla y el queso fundido. Alrededor del chocolate, se fue gestando la Florida como el lugar de encuentros para reconfortar el alma, el cuerpo. Y siempre, con la magia de estos dos seres humanos, que dedicaron su vida a gratificar a sus comensales, a escucharlos y a deleitarlos con sus innovaciones culinarias.
La Florida ha tenido distintos momentos difíciles y algunos que han puesto en peligro la continuidad de la misma. Uno de estos fue el 9 de abril de 1948, cuando estuvo a punto de ser arrasada por la fuerza de la protesta social por el asesinato de Jorge Eliecer Gaitán y en la mas reciente actualidad la pandemia producida por el COVID-19 iniciada a principios del año 2020.